Uno tambien puede oir al Mundo

El mundo va cambiando alrededor tuyo y vos a la par.
Nos vamos haciendo a nosotros mismos a nuestro gusto, encontrando nuevas afinidades, maneras de ver las cosas, cada canción, sueño, encuentro fortuito o premeditado, cada película o libro, te hace una persona diferente, te determina.
Es parte de la educación sentimental que uno adopta cuando empieza a viajar.

Aprendí a sobrellevarme a mí misma como nunca antes, aprendí que ser VALIENTE no significa recorrer selvas, trepar montañas, hacer hitchhiking, o seguir sin tener muy claro como.
Sino es volver al lugar de infancia, a enfrentar  al sinsentido, al no encajar, a tener demasiado tiempo para pensar una y otra vez en todo lo que sentía que me faltaba, en ver si sigue ahí esa falta o pude suplirlo con otras cosas.

No soy la misma que se fué, pero no importa, porque después de varios regresos entendés que tenés que volver.

Porque el mundo tiene millones de lugares en los que te podes perder pero solo uno en el que podes caminar sin pensar, solo uno en el que tus pies reconoces los caminos.
Solo uno en el que creciste y que te podes dar el lujo de decir que conoces todos sus detalles, o la mayoría de ellos;
sus rincones, sus secretos, y puede ser que ese sitio no sea en el cual uno decide que va a pasar el resto de su vida, pero con seguridad es el sitio al que siempre va a volver, para reconocerse, para revivir su historia y sonreír al pensar en todas las veces que cambie de forma de vivir y de pensar.

Aprender a ver el mismo lugar de siempre con otros ojos es una de las lecciones mas importantes de viajar, es como ser turista en tu propio país.

Hoy elijo estar acá en casa, por un rato, necesito una temporada de paz, calma y afecto.
Necesito recargarme de abrazos y guardar de nuevo el olor a hogar, a familia, a seguridad
Necesito también reforzar lazos de amistad, que a pesar  de que son de esos que ninguna distancia desgasta, son de los que mas uno extraña cuando esta lejos.
Necesito renovar en la memoria, esa maravilla que se va formando con esos retazos de conversaciones, un olor, un momento justo, un beso, la aparición del sol en el horizonte de este lado del planeta, es como de esas mantas que son todos pedazos de telas diferentes y la hacen hermosa.

Viajar es eso, una manta que siempre te queda corta, siempre falta algo, siempre hay un pedazo descubierto.
Por suerte todavía queda mucha tela por cortar para seguir armando ese rompecabezas.
En definitiva la calidad del viaje se mide por la cantidad de recuerdos que en el acumulas. 

No sé con qué sentimientos vendrá acompañada esta etapa.
No sé cómo va a seguir esta historia, pero de seguro va a estar cargada de nuevos desafíos.

Hoy entiendo que esta libertad ganada no es la ausencia de compromisos sino la capacidad de escoger y comprometerme con lo que es mejor para mí.

Basta con prestar atención, el aprendizaje siempre llega cuando uno esta preparado y si presta atención a las señales se aprende siempre todo lo necesario para dar el siguiente paso
El ser humano tiene dos grandes problemas el primero es saber cúando comenzar y el segundo es saber cúando parar.

Y por supuesto este no es mas que un nuevo PIT-Stop, todavía no estamos ni cerca de la recta final, pero voy a disfrutarlo con todas las ganas.



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