Roamig the wonderful • INDIA •

Me quede estancada.
Estancada de palabras.
Dije que iba a ser un post por cada lugar, pero me dedique a disfrutarlo todo, percibirlo, guardarlo en mi retina y en mi mente y corrieron los días sin escribir nada.
India es tan difícil de explicar.
India siempre tuvo una atractivo especial para mi como para muchos viajeros del mundo, desde hace muchos siglos.
Va más allá de la espiritualidad y los misterios que la envuelven.
Viajar por India implica viajar por mil culturas diferentes unidas en una gran trama social, cambian, se transforman pero siempre se mantienen inter conectadas, se respetan y no pierden sus costumbres.
Es un país enorme que son como muchos países en uno.
Que a pesar del turismo que puede avasallarla se mantiene inmune a los cambios o a la occidentalización.
Cuando todos me decían que lo iba a amar y me iba a querer quedar mucho tiempo no lo entendía en profundidad.
También me dijeron, o lo amas o lo odias, y creo que nadie se fue odiando India, y si lo hizo es porque no conoció la verdadera India, no bajo las barreras y dejo que le calara los huesos la experiencia y la maravillosa gente que se puede encontrar acá.

India te saca las mejores sonrisas y las peores lágrimas, te pone triste y feliz a la vez, despierta tu lado mas humano y toda la compasión que puede haber en vos.
Son muchas cosas en una.
Después de un mes de gestación que parecía mucho y se volvió super escaso, solo puedo hacer un breve resumen, quizás no tan cargado de sentimientos como los que experimente en cada lugar, pero es algo que las palabras no pueden reflejar y solo uno con la propia experiencia puede comprender.

Arranque el viaje en una de las ciudades más complicadas aparentemente, más fuertes.
No la elegí; ella me eligió a mí.
Me dijo llegaste a India, estas preparada?

Varanasi, hasta el día de hoy aunque estoy a mitad de camino sigue siendo la ciudad estrella, la que más me impacto.
Mas allá de su miseria, de la mugre, de los pasadizos y callecitas entre los ghats, tiene algo que la hace muy mística, es esa atmósfera de estar en un lugar sagrado que viene cargada de muchas emociones, admiración, confusión, asco por momentos pero respeto por sobre todo por su fuerte devoción, por sus ritos, sus costumbres, incomprensibles para nosotros, pero fascinantes a la vez.
Miro para atrás y no imagino haber comenzado mi viaje de otra manera.

Pase por Agra, solo para ver el icónico Taj Mahal, esa estructura hecha con tanto amor que enamora y no solo eso me dejo sin aliento sino también el fuerte rojo que es impresionante, todo obra de la imaginación de un rey que dejo todo impregnado de su grandeza, aunque fue a costa del trabajo arduo de otros!

De ahí a Reshikesh, meca de los yoguis a probar distintas escuelas a ver si podría llegar a ser lo mío.
Lo intente, pero sigo prefiriendo otras actividades.
Pero no estuvo mal purificar un poco el alma y el cuerpo con unas sesiones y muchos productos ayurvedicos para  mejorar el pelo, la piel, la ironía de limpiarse por dentro, aunque estés completamente sucia por fuera.

Amritsar y el Golden Temple, el Must Do del Norte de India, una joya imposible de saltear.
Parece que nos tomamos un descanso de India sino fuera que por momentos seguimos rodeados por tuk tuks insistentes, que nos gritan, where going??

La ciudad mas limpia, mas solidaria, no esperaba encontrar tanta gente comprometida con una causa común: ayudar a los demás; y que eso sea algo totalmente desinteresado, pero eso es lo que te atrapa y te da ganas de conocer más acerca de esta gente tan amable y que descubrió el secreto de la felicidad.
Dar sin esperar nada a cambio.
Eso es lo que te llena el alma.

Dharamsala quinto destino!
Costo, muchisimo, malestar de por medio y el camino de las mil curvas no fue la mejor idea, pero lo bueno cuesta caro.
La casa de Dalai Lama y el hogar refugio de los Tibetano, una mezcla de caras y ropas diferentes y claro como no iban a amar esta ciudad montañosa que los acogió y que se parece tanto a su casa.

Ya cambiamos de región y cambia todo, los colores, la vegetación, las vistas impresionantes de las montañas y los Himalayas y por sobre todo el clima.
De camino llovizna y ya se siente ese olorcito rico a tierra mojada!
Sacar las camperas, puloveres, botas, que bueno que para algo sirvió cargar tantos kilos de más todo este tiempo.
Es respirar un poco de aire y retomar energías para prepararse para el calor agotador que nos espera en Rajasthan.

Ganas de hacer treckings para todos lados , caminos y senderos que se adentran en la montaña y prometen vistas de los picos mas altos y atardeceres magnificos, pero completamente low bat.

Parte de India también es probarlo todo y eso incluye todo tipo de street food para la que mi cuerpo no esta preparado, claras consecuencias que duraron un par de días de la muerte, me obligan a tomarme todo con mas calma y parar de darlo todo.
Conformarse con un pequeño trecking a la villa más cercana y mucho Chai de menta y jengibre para pasar el mal trago.

Para darle tiempo a mi cuerpo para ajustarse sin irme de esta hermosa región bus a Manali.
Manali, hermosisimo Manali!
Amanecer rodeada de montañas nevadas, pinos y bosques frondosos, ríos de corrientes tormentosas, cada lado donde mires estalla de naturaleza, los verdes mas verdes y las montañas mas altas que te sacan un suspiro.

Ahora sí, listos y más preparados hicimos un pequeño trecking a unas cataratas escondidas atrás de un pequeño pueblo.
Pasamos entre casitas de colores, gente cultivando en la montaña, otros haciendo pikiniki, atravesamos un bosque enorme de pinos, y ahí estaba, un salto de agua imponente!
Un corriente de agua fresca para mojar los piecitos después de la caminata.

A pesar de que había un grupo de indios también disfrutando del agua y fui acosada por media hora de selfies, encontré mi spot, y salió una siestita reparadora en las piedras, solcito y aire puro.

Bajar de la montaña fue una travesía, pero toca volver a Rajastán a terminar el triangulo dorado y lo que se dice la verdadera India.
Un night bus de 10hs, 5 de espera en la estación y 12 de tren, grande India!

Llegamos a Jaipur, y era todo lo prometido y mucho más.
Fuertes, castillos y palacios que me encantan.
Se ven en la calle ya no solo vacas, que paso a ser algo natural, sino también camellos y enormes elefantes.
Es una ciudad antigua llena de historias de Marahajas, ceremonias y protocolos.
Que lindo poder disfrutar todavía las maravillas que se vivieron en otros tiempos.

Jaipur llamada "The Pink city"
(la ciudad rosa) que demuestra lo emocionales que son los indios y el valor que le dan a la amistad que son capaces de pintar una ciudad entera en favor de un amigo.
Esta ciudad pintada en honor a Albert de Gales, todavía mantiene el color en cada fachada, quizás un poco desgastadas pero jamás desaparece, como las verdaderas amistades.

Pushkar, la ciudad de Brhama, es un poquito como Varanasi pero extremadamente pacifico, con su lago sagrado en el medio con sus Ghats alrededor, acá es donde Ghandi esparció algo de sus cenizas y donde se vuelve a sentir un poco de espiritualidad, donde no se vende alcohol, ni se comen huevos, donde uno viene a pasear y descansar.
Nada mas se puede hacer con el calor abrasador que se siente en este pueblito desierto arriba de un monte.
 Tener un hostel con pileta, le dio un toque especial, inauguramos la malla, la temporada de verano y se sintió  como unas mini vacaciones, sobre todo por la linda gente del lugar.

Fue un toco y me voy porque el tiempo apremia y queda mucho India por descubrir.

Un nuevo tren a Jodhpur, en el que me tocaron lindos compañeros de ruta y me ayudaron a no pensar tanto en el calor.
Cuanto mas me adentro en Rajasthan es como si le fuera agregando grados a una caldera.
Pero las charlas lo hicieron mas ameno y ya les presente al Sr Dileep Kumari, con el que seguimos en contacto todos los días por teléfono, whats app y fotos de su familia, de las personas mas lindas que me llevo de India.

En esta ciudad decidí caminar, que es la mejor manera de recorrer los lugares, estaba parando cerca del fuerte y pensé que era una buena idea, me llevo a meterme en barrios laberínticos, con calles sin salidas, donde quizás nunca pasa un turista a pie, donde todos me miraban sorprendidos y con cara rara, y aunque un poquito pensé entrar en pánico en seguida saque mi mejor arma: una sonrisa de oreja a oreja que no trajo mas que reacciones espejo, muchos namaste y nenes que corrían a darme la mano y tocarme.
Me enojé un poquito conmigo misma por dejar que los prejuicios llenaran mi mente de miedos y cosas negativas en lugar de confianza.
La conclusión es que no solo vi gente hermosa, saque fotos, disfrute las caras y los saludos sino que ademas llegue a destino mas rápido y sintiendo que la ciudad ya era mía.

Udaipur, y Rajasthan se vuelve cada vez más interesante.
La ultima ciudad que cierra el triángulo dorado de India, otra de esas ciudades con palacios y muchas historias pero por que sobretodo yo hice muchas mías.
Dos breves días que parecen cargados de cosas para contar.
Me quede en la ciudad antigua y después de la linda historia del tren decidí desempolvar mi perfil de couchsurfing.
Hora de relacionarse con la gente local.
No una sino 20 diferentes invitaciones me convencieron de que estaba haciendo bien.
Primer día de palacio, ghats, caminatas y mercados para verlo todo paseos en un tuktuk rosa de princesa, amiga del driver tuve clases personalizadas de manejo, jugos de fruta y recorrido de lagos, tuve un lindo atardecer en un rooftop con cena incluida.
Y de postre un paseo a una casa de montaña con terraza de vista a las estrellas.
Buenas charlas, risas y bailes improvisados.
Conocer gentes de diferentes castas y background con distintas oportunidades, historias de vida, pero grandes personas, me hicieron disfrutar el doble de Udaipur.

Toca irse todos es corto en estos últimos días, se acelera la partida y las emociones.
Tren a Mumbai, un poco de pánico para esta chica de Buenos Aires que se desacostumbro al ritmo de las grandes metropolis, prefiere la calma de las callecitas de tierra.
Pero no queda otra, es un paso obligado para ir hacia el Sur y hacer el viaje más corto.
Por suerte tenemos contactos que prometen que la parada va a valer la pena.
Y así fue, paseos por el centro de la ciudad, bar de cervezas artesanales y buenas charlas, lo hicieron una parada especial.

Hay un momento para todo, y también llego el momento de playa
Goa allá vamos! Había descartado la idea de venir para acá pero después de experimentar grandes olas de calor no me parece tan mala solución.
Días de playa y relax siempre son buenos y debo reconocer que estoy un poco cansadita.
Tormenta tropical y se ve que ya empieza la época de monzones, aunque podría haber tenido un poco de paciencia no?
Se cae el cielo, pero estoy en un hostel con buena gente y el día de relax para perfecto.
Por suerte el aguacero duro poco y al segundo día ya salió el sol!
Que me lo tome todo y estoy pagando las consecuencias como siempre!
Me hice amiga de todos los perros de la playa que me custodian a sol y sombra.

Y después algo muy necesario en todo lugar costero, motito para hacer un poco de Beach Crawling y verlas a todas, recorriendo todos los pueblitos un poco desérticos por la low season, pero con mucha gente local que es la más linda.

Las dos sensaciones mas gratificantes  de este viaje, las que te sacan una gran sonrisa y te dan ese estado de Libertad total.
El vientito en la cara cuando vas en el tren viendo los campos de arroz o en la moto recorriendo todo, es algo impagable.

Desde que llegue a India arranque con un paquete precargado de cosas que no me aportaban mucho, miedos y preocupaciones y creo que ya es hora que vaya derribando todo esos mitos que opacan las cosas lindas, ser de una manera u otra, de una raza, color o religión no nos define como personas.
Si la maldad existe y hay gente mala en el mundo, pero elijo creer que la bondad existe en mayor medida, el problema esta en que nos dejamos influenciar por lo negativo que siempre es más pegajoso y más permeable.
Dejémosnos  influenciar por las cosas lindas que ya vivimos, acaso no tuve muchas de esas experiencias a lo largo de este viaje?
El problema es que toda esa bondad es invisible a los ojos del mundo, solo los que participaron de las experiencias la conocen, no es algo que se publique en los medios, pero esta bueno tenerlo presente e ir un poquito más allá y quizás plasmarlo en el blog o en un cuaderno o en las historias que le contamos a la gente, para que llegue a otros de alguna manera.
Todos los días no son grandes cosas que nos alegran sino detalles, que abundan.
Por eso tratemos de mirar a las personas bajo otro cristal.
Son seres humanos como nosotros, quizás se visten un poco diferente o hablan otro idioma, pero tienen amigos, familias, trabajo, rutina y sueños como nosotros.

Por suerte tengo la capacidad que el miedo no me paraliza sino que por el contrario avanzo de todos modos.
Aunque me dicen valiente yo me siento muchas veces insegura, vulnerable pero decido salir y enfrentarlo de todas maneras.
Porque si hubiera hecho caso a todas esas historias y esas voces, hoy no estaría acá y no existirían estas lineas y miren todo lo que me hubiera perdido y ustedes se hubieran perdido.
Como dice una gran cita "Si tus sueños no te asustan es que no son lo suficientemente grandes"

Qué puedo decir de India, India tiene todo lo que esperas de un viaje.
Y aunque aveces parece trillado, Viajar es como leer un libro muy bueno, te atrapa, te libera, te inspira, agranda tu imaginación, tu creatividad, tu capacidad de aprender, de sorprenderte
Te da aire, te oxigena, atenta contra la rutina y el aburrimiento.
Viajar te hace bien al alma, te hace crecer y renovarte.

Toca irse, y me da un poquito de tristeza y pena, pero me voy no solo con las caras y las sonrisas de todas esas personas lindas que pude conocer aunque sea un poquito de su vida sino también con las enormes ganas de volver por más.
Gracias India por este mes de cosas inesperadas, por devolverme la capacidad de asombro y hacerme acordar que siempre se puede ver más.

Que los viajes nunca se acaben, lejos o cerca... porque como India me gusto tanto, no la quiero dejar tan atrás todavía, me cruzo a lo del vecino, que aunque dicen que es completamente diferente de India, tiene la buena reputación de ser una perlita de Asia.